La trama de esta primera entrega arranca en 1912 con el hundimiento del Titanic y concluye en 1914 con el anuncio de una Europa en guerra. Una familia de aristócratas, los Crawley, residen en un enorme castillo que forma parte de una finca campestre conocida como Downton Abbey. Un batallón de sirvientes se hacen cargo del correcto funcionamiento del inmueble y sus aledaños. El naufragio del funesto barco supone para los Crawley un grave problema dinástico. Robert Crawley (Hugh Bonneville), conde de Grantham, sólo ha tenido descendencia femenina y por una absurda cláusula del testamento de su predecesor, el título y propiedades sólo pueden pasar a manos de un varón de la misma línea consanguínea. Lady Mary (Michelle Dockery), la hija mayor del conde, se había prometido con uno de sus primos arreglando así el entuerto que le impedía heredar. Sin embargo, fatídicamente, éste fallece en el desastre marítimo dejando a la familia Crawley en una delicada situación. Toda la fortuna pasa a manos de Matthew Crawley (Dan Stevens), un joven abogado de pueblo y familiar lejano de esta ilustre alcurnia. Su única esperanza: que el letrado en cuestión se case con Mary.
otra vez los britanicos han hecho una buema serie aprendan americanos lo raro que no la hizo la BBC
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