miércoles, 15 de agosto de 2012

Jason Statham (“Los mercenarios 2″) entrevista«Lo bonito de este proyecto es que nadie tiene que demostrar nada»


entrevista sobre su nueva peliula en españa

cortesia de http://noticias.labutaca.net/jason-statham-los-mercenarios-2-lo-bonito-de-este-proyecto-es-que-nadie-tiene-que-demostrar-nada/


El actor visitó Madrid hace unos días para presentar la película, en la que emerge una vez más como relevo generacional natural de todos los iconos que han poblado las pantallas de todo el mundo desde hace décadas.
¿Qué tal volver a formar parte del grupo? ¿Mucha lucha de egos?
Lo bonito de todo esto es que nadie tiene que demostrar nada, porque ya lo han hecho. Cada uno es el mejor en su campo respectivo, así que lo que hacemos es pasar un buen rato. Lo pasamos muy bien delante y detrás de la cámara, ha sido fantástico.

Háblame del ambiente detrás de las cámaras.
Bueno, principalmente jugábamos al ajedrez. No, hablando en serio, pasábamos el tiempo contando historias, poniendo experiencias en común. Especialmente Sylvester Stallone, que tiene un montón de anécdotas maravillosas.

¿Prefieres los héroes enmascarados o los de carne y hueso?
Siempre he admirado a Stallone, Willis, Schwarzenegger, porque interpretan gente real, no se esconden tras máscaras. Cuando tienen conflictos con el villano son conflictos de verdad, pelean mano a mano, sin recursos fantásticos. Están arraigados en la realidad, es algo que me gusta mucho.

¿Cómo ha evolucionado tu personaje, Lee Christmas, entre esta entrega y la anterior?
Bueno, la realidad es que es el mismo tipo, no ha cambiado mucho. Lo bueno de tipos como Lee es que son hombres con defectos, capaces y competentes, pero con defectos y problemas. En mi caso es la confianza en su chica, que se mantiene desde la primera película. Ella le ha engañado, y él sigue dándole vueltas a si puede confiar en ella o no. Por lo demás, básicamente es el mismo tipo. Es lo que ha escrito Sylvester, es lo que se me ha dado, y estoy encantado con ello.



Se nota que hay buena química en el rodaje, pero entre Stallone y tú parece haber una relación especial. ¿Os habéis descubierto ahora como amigos o teníais una relación anterior?
La verdad es que ha sido durante el rodaje, es algo que ha surgido durante la producción. Rodando se pasa mucho tiempo con la gente, delante y detrás de la cámara, las giras promocionales, etcétera. Es algo normal, conoces a alguien, surge una cierta química.

Y vas a protagonizar “Homefront” a partir de un guion suyo.
Exacto, de una cosa surge la otra, de esta amistad. Durante el rodaje de “Los mercenarios 2” me enseñó este guion que había escrito, porque pensaba que yo podía aportar al personaje lo que necesitaba. Me siento muy halagado, es una historia estupenda. La verdad es que Sylvester tiene un talento extraordinario, lo es todo. Actor, director, productor, guionista… es un privilegio trabajar con él.

En estas películas hay montones de coreografías, tiene que ser complicado rodar. ¿Qué se te da mejor, encajar golpes o esquivarlos?
Las secuencias que realmente salen bien son aquellas en las que participa gente muy experimentada como Scott Adkins, porque pueden darte esa sensación de seguridad que necesitas. Te lanza un golpe y sabes exactamente dónde va a llegar; es esencial, es algo que lleva años de preparación en términos de timing, de distancia, de reacciones… es muy difícil estar tranquilo. Scott es maravilloso. Específicamente me resulta más fácil reaccionar a un golpe recibido que esquivar uno, porque tienes que moverte y desplazarte en el momento exacto, ni antes ni después.



Aún con todo, te gusta más la lucha física que el manejo de armas.
Desde luego, me llena mucho más. Es muy fácil coger un arma y disparar de lejos. Una de mis inspiraciones claves es Bruce Lee, es un icono tremendo. Estoy al día de las artes marciales, sigo preparándome, es algo fundamental en mi trabajo. Tienes que saber un poco de todo, y la combinación es la clave. Ahora mismo en Estados Unidos las artes marciales mixtas tienen una popularidad tremenda, es lo que marca la pauta en este momento.

En cierto modo, pasar tiempo en el gimnasio puede resultar más rentable que pasarlo en una escuela de interpretación.
Bueno, no lo sé, porque nunca he recibido una clase de interpretación. Y llevo demasiado tiempo para cambiar eso ahora. Es un consejo que me dio Guy Ritchie, me dijo que no pisase una escuela de interpretación, porque dan el mismo consejo a todo el mundo, intentan hacerlos a todos iguales. Y sigo ese consejo, porque es el hombre que me dio una carrera.

¿Estás satisfecho con la evolución de tu carrera en el cine?
Trabajar en esto es muy complicado. Hollywood no tiene piedad, si trabajas en unos cuantos proyectos y no funcionan, te cambian por el siguiente. Es imprevisible. Nunca puedes estar por delante de lo que va a pasar.

En las filmografías de los actores de acción es inevitable encontrar malas películas. Pero, al menos de momento, mantienes una línea de calidad estable, y eso me parece muy meritorio. ¿Cómo eliges los papeles?
Bueno, te lo agradezco, pero podría decirte ahora mismo al menos una decena de películas mías que son verdaderamente malas. Elegir, no elegir, es complicado. Siempre quieres tener la garantía de un buen director, de un buen equipo. Pero a veces hay que arriesgarse y dejarse llevar por lo que te sugiere un proyecto. Algunos tienen el lujo de trabajar un montón de veces con Martin Scorsese, por ejemplo, y así te garantizas tener una carrera muy buena. Pero no todo podemos.

En un momento de la película, Bruce Willis bromea diciendo que él, Stallone y Schwarzenegger deberían estar en un museo. No estás de acuerdo, supongo.
¡Por supuesto que no! En absoluto, aún les queda muchísimo por hacer. Son como el buen vino, cuanto más viejo, mejor.

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