Ante el aumento de competencia y la crisis por la pérdida de suscriptores, desde hace unos años Netflix ha decidido intentar mantener su dominancia en el panorama del streaming con varios movimientos clave. Uno de ellos es la producción de grandes blockbusters de acción protagonizados por caras muy reconocibles. Así, a los 'Tyler Rake', '6 en la sombra' o 'Alerta Roja' se va a unir 'El agente invisible'. La cinta, que ha costado 200 millones de dólares, está dirigida por Anthony Russo y Joe Russo, y su reparto principal cuenta con estrellas de la talla de Ryan Gosling, Ana de Armas o Chris Evans, entre otros.
Durante la rueda de prensa , Joe Russo aseguró que 'El agente invisible' "es una historia moderna. Esta película está conectada en muchos sentidos con algunos problemas actuales del mundo". Por ello, el cineasta considera que está mucho más apegada a la vida y a la audiencia de hoy en día que sagas legendarias como 'Bourne' o '007: James Bond'. "El protagonista es muy existencialista y bastante divertido. Se ajusta mucho a nuestro sentido del humor y es el tipo de película que creemos que puede funcionar muy bien con el público actual", añade.
Uno de los puntos fuertes del filme son sus grandes escenas de acción. Pero su protagonista cree que 'El agente invisible' va más allá. "Hay escenas y secuencias de acción absolutamente espectaculares, pero al mismo tiempo vas acompañando a los personajes en sus trayectorias. Puedes llegar a entender a Sierra Seis porque es un héroe analógico en un mundo digital", anticipa Gosling, que da vida a un agente de la CIA que es perseguido por la propia agencia cuando encuentra unos turbios secretos sobre su jefe. Para poder llevar a cabo un rol así, el intérprete tuvo que emplearse a fondo. "Hubo una gran cantidad de entrenamiento, pero además necesité mucha ayuda. Tuvimos un gran equipo de especialistas que sabían varios estilos de artes marciales que intentan inculcarte en ti, o en el personaje", agradece.
'El agente invisible'
La historia de la película lleva al personaje de Gosling a una peligrosa persecución por todo el mundo, dejando secuencias impactantes en localizaciones como Praga. "Para la secuencia de Praga necesitamos una parte amplia de la ciudad", desvela Joe Russo, "empieza en una plaza y se extiende a una persecución por toda la ciudad. Fue muy complicado. Por poner un ejemplo de lo difícil que fue, hay una parte en el que el personaje de Ryan se sube a un tranvía y el personaje de Ana le persigue en coche rodeada de mercenarios. Para esa escena utilizamos tranvías reales de Praga y autobuses modificados para que pareciesen tranvías, porque necesitábamos que el tranvía fuese a más velocidad y por calles sin raíles. También tuvimos un tranvía en un set en Praga rodeado de pantallas azules. Construimos la escena en todas estas localizaciones, rodamos con el reparto principal, con los especialistas para las partes más peligrosas... Fue un proceso complejo". El director finaliza detallando que "estuvimos rodando diez días en los que hubo de todo, disparos, explosiones, coches colisionando..."
Chris Evans, villano desatado
De hecho, la película era una idea que los Russo llevaban macerando un largo tiempo. "Tardamos nueve años en desarrollar 'El agente invisible' porque estábamos volcados en Marvel", confiesa Anthony Russo. Precisamente uno de los protagonistas de la película es uno de sus ojitos derechos desde su etapa marvelita, Chris Evans. El que fuera el gran héroe americano representando al Capitán América, ahora cambia de registro para ponerse en la piel del tipo malo. "Hacer de villano siempre es más divertido, tienes más libertad y puedes hacer más chistes", celebra el actor, "pero es trabajar con los Russo lo que te da esa sensación de confianza y libertad plenas. Cuando confías en los directores estás más predispuesto a tomar riesgos, y un personaje como este es muy arriesgado. No sé si hubiera sido tan gratificante sin los Russo. El rodaje fue muy divertido porque me encantan los Russo. Saben fijar el tono y montar un buen equipo. Es hasta difícil llamar a esto trabajo".
Evans siempre se ha mostrado particularmente involucrado en todo el proceso cinematográfico, por lo que recalca nuevamente la importancia de poder trabajar con directores como los Russo. "Es cuestión de hacer evolucionar nuestra confianza, nuestro entendimiento mutuo y la comunicación. El cine es un mundo en el que puedes perder la semántica, hay muchas mentes creativas en set intentando llegar a un mismo objetivo e intentando comunicar su visión, y puede ser complicado. Desarrollas una comprensión del lenguaje de la gente y ellos comprenden mis fortalezas y las cosas que igual no quiero hacer y las que no puedo esperar a hacer. Esa familiaridad es lo que crea la confianza, y esa confianza es la que hace que el arriesgado proceso cinematográfico parezca menos arriesgado", reflexiona.
Una de las claves por las que todos los actores se muestran encantados con los Russo es la libertad creativa que otorgan a sus equipos. Joe Russo lo resume en que "siempre estamos abiertos a que lo que ocurre en el momento, si es algo orgánico o divertido, sin importar de dónde viene, si funciona para el personaje y la historia lo probamos. Todos los que están aquí trajeron diálogos, chistes y matices de personajes que hicieron de la película algo más colorido." Y una de las que más se metió en el personaje fue Ana de Armas. "Me encantaba el personaje, quién era esta mujer, su contexto, su entrenamiento, su mentalidad, lo increíble que es, lo valiente que es...", comenta la actriz hispano-cubana, que confirmó que la preproducción tuvo un importante "adiestramiento mental y físico para convertirme en agente de la CIA".
Para ello, tuvo que aprender a utilizar las armas, comprender cómo moverse con ellas y, en definitiva, realizar un duro entrenamiento militar. Un trabajo que disfrutó mucho porque pudo "ver cómo iba mejorando". Pero, además, el trabajo en la parte psicológica fue fundamental para comprender cómo se comporta una agente de la CIA, algo para lo que también tuvo ayuda y preparación. "Necesité esa otra parte, la psicológica, el saber qué haces. Porque al final del día estás de misión ahí fuera, arriesgando tu vida. No es como toda esa gente a tu alrededor, ellos están en la oficina. Al final eres tú quien actúa, tomas las decisiones para solucionar los problemas en el momento. Esta guía sobre la CIA fue muy útil porque, al final, todo va sobre hacer lo correcto", dice.
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